Creep Feeding en Lechones: las bases de la alimentación complementaria durante la lactancia.

Antes que se introdujera la cría intensiva, las cerdas se encontraban libres (en pastos o en terrenos a los que se les llevaba agua y el alimento), parían en grupos y permanecían con sus camadas. Como normalmente el destete se realizaba a las seis semanas de edad, era necesario suministrar a los lechones alimento complementario o de lactoiniciación, para compensar el descenso de la producción láctea de la cerda. Estos alimentos se suministraban en áreas determinadas (cree area) cuyos accesos eran de un tamaño que solo permitía el acceso de los lechones, y así impedir que las cerdas se comieran el alimento lactoiniciador (creep feed). 

Actualmente, la mayoría de las cerdas lactantes se alojan en el interior de instalaciones con una libertad de movimientos restringidos, por lo que no son necesarias las creep areas en las parideras. Aun así, el suministro de alimentos complementarios a los lechones durante el periodo de lactación sigue recibiendo el nombre de creep feeding y la dieta se sigue llamando creep feed. 

Con la reciente regulación de la Unión Europea, que aconseja que el destete se practique al menos a las cuatro semanas de edad, se hace mayor hincapié en el uso de esta alimentación complementaria. Los resultados de esta práctica de alimentación dependen por completo de la cantidad de alimento ingerido y del tiempo de exposición a dicho alimento por parte de los lechones antes del destete, por lo que es importante considerarlos en el contexto de un plan de producción bajo aspectos comerciales. 

En los sistemas de producción con periodos de lactación prolongados (más de seis semanas), el creep feeding es necesario para proteger la condición y la salud de la cerda lactante, especialmente si no puede aislarse de su camada. En estos sistemas se ha observado que, tras la tercera semana de lactación, las cerdas comienzan a perder condición corporal rápidamente, a no ser que los lechones empiecen a ingerir el alimento. Además, cuanto antes comiencen los lechones a consumir el alimento de lactoiniciación, mejor será la condición corporal de la cerda al final de la lactación. 

En sistemas de destete tardío, en los que los lechones se destetan en torno a las cuatro semanas de edad, el principal beneficio del creep feeding, es el mayor peso al destete de los lechones, ya que consumen el suficiente alimento como para hacer que la diferencia sea notable. 

En estudios anteriores se ha demostrado que el creep feeding induce una maduración del sistema digestivo e incrementa la producción de enzimas (amilasas y proteasas) que favorecen la digestión de los nutrientes complejos que se encuentran en las dietas posdestete (Friend et al., 1970; Hampson y Kidder, 1986; Kelly, 1990). Esta habituación predestete del sistema digestivo se traduce en la disminución de los trastornos digestivos y el incremento del consumo de alimento y, por tanto, del engorde tras el destete. Por supuesto, estos resultados están relacionados con la cantidad de alimento de lactoiniciación que los animales ingieren antes del destete. 

Alimentos de lactoiniciación 

En general, se cree que los cerdos muy jóvenes se benefician más de una alimentación complementaria en forma de harina, ya que pueden tener dificultades a la hora de masticar pellets si estos son muy duros. Además, la naturaleza pegajosa de un alimento en forma de polvo puede incrementar la velocidad a la que los lechones aceptan este tipo de dieta, ya que tiende a pegárseles en el morro mientras lo exploran, al mismo tiempo que les obliga a lamerlo e ingerirlo. No obstante, los alimentos en forma de harina no suelen ser los de elección por los productores, ya que tiene de a apelmazarse debido a su alto contenido en productos lácteos y el desperdicio suele ser mayor. Independientemente de la forma que se seleccione, para el alimento de lactoiniciación es importante que sea de la misma que tiene el primer alimento que se ofrecerá tras el destete, para facilitar el establecimiento del apetito de forma temprana. 

No existen aditivos diseñados específicamente para los alimentos de lactoiniciación. Sin embargo, se aconseja incluir en ellos una combinación probiótica/prebiótica para reforzar un asentamiento temprano de la microflora beneficiosa. Así mismo se recomienda que su sabor y su aroma sean similares al que se ofrecerá después del destete. 

Los lechones destetados antes de la tercera semana de edad consumen del orden de 100 g/lechón bajo las mejores condiciones de manejo, y es raro que superen los 250 g/lechón consumo real, dejando a un lado los desperdicios. Por eso no se aconsejan más de 50 g/lechón para la primera vez que se realicen pruebas con el alimento de lactoiniciación, aumentando gradualmente la cantidad según la experiencia que se vaya adquiriendo. Los lechones que consuman una cantidad menor podrían desarrollar una reacción de hipersensibilidad alérgica a ciertos antígenos que se manifiesta negativamente después del destete, especialmente cuando los lechones comienzan a consumir grandes cantidades de alimento seco. 

Consideraciones sobre el creep feeding 

continuación, se exponen algunas premisas, basadas en la experiencia práctica: 

  • Deberían ofrecerse solo las dietas más digestibles y palatables, a pesar de que pueden ser bastante costoso, ya que estos factores son los que más influyen en el consumo de alimento de los lechones. 
  • Los alimentos de lactoiniciación deben mantenerse en lugares frescos y secos para conservar sus propiedades nutritivas y organolépticas. Debe prevenirse la contaminación de roedores e insectos. 
  • La alimentación complementaria durante la lactancia debería empezar lo antes posible tras la primera semana de edad, aumentando la cantidad de alimento ofrecida al tiempo que se incrementa el apetito de los lechones. 
  • El alimento debe suministrarse en pocas cantidades y a menudo. Lo recomendable es alimentarlos tres veces al día. 
  • La alimentación complementaria debería suministrarse entre las comidas de la cerda. Las cerdas siempre amamantan a sus camadas después de comer. 
  • Los comederos del alimento de lactoiniciación deben situarse cerca (pero no debajo de los bebederos de los lechones); lo ideal es que se dispongan cerca del comedero de la cerda para que los lechones puedan imitar su comportamiento a la hora de comer. 
  • Si se coloca el alimento demasiado cerca de las lámparas de calor, este se estropeará con rapidez; pero si se coloca demasiado lejos, se puede reducir el número de visitas de los lechones al comedero, especialmente cuando hace frio. 
  • Los comederos de alimento de lactoiniciación que permiten la alimentación comunal se consideran mejores que los que solo pueden alojar a unos pocos lechones a la vez. 

Fuente: Revista albéitar. Universoporcino.com